jueves, 28 de agosto de 2008

Idiomas by Fontaneda

Gracias a los envases de los artículos que consumimos día a día podemos adquirir ciertas nociones de una lengua extranjera. Ya saben que para ahorrar costes y por aquello de la globalización, los ingredientes o indicaciones que incorpora un producto están en varios idiomas. Fuera de esta tendencia quedan las instrucciones de los aparatos electrónicos, ya que la gente (el común de los mortales) no las lee nunca.

Evidentemente la utilidad de estas autoenseñanzas que uno adquiere mientras lee los ingredientes de las galletas es muy limitada, aunque ya empiezan a notarse las influencias (hay un grupo musical español llamado 'zutaten', que quiere decir 'ingredientes' en alemán), y permite detectar palabras particularmente divertidas.

El mejor ejemplo es el portugués porque hay variadas y curiosas sorpresas. Lógicamente las similitudes con el español son mayoritarias, pero cuando hay una diferencia, esta es de órdago.

Ejemplos al canto:

Galleta. Ésta es fácil y seguro que os la sabéis. No es 'galheta' que es lo que uno se espera, sino 'bolacha'. ¿Bolacha? Vamos a ver señores portugueses, que no tiene forma de bola, a ver si aprendemos a ver en 3D. Una galleta es típicamente bidimensional -incluídas las Campurrianas. Podría valer 'bolacha aprastada', pero seguro que eso significa 'hamburguesa', o bien 'filete ruso'. No tiene más explicación que sea una palabra que venga del vascuence.

Niño/niña. Para flipar, señores. No es 'ninho', no, sino 'criança'. ¿Y si es huérfano? Cría de quién, ¿del estado? Además tiene el problema de que no tiene distinción de sexo, lo que obliga a los portugueses a especificarlo: criança do pito (caso 1) y criança do no pito (caso 2). un claro ejemplo de atropello de la siempre deseable economía de lenguaje.

Pollo. 'Frango', así, sin más. Porque ellos lo valen. No podía ser ni 'polho' (lo tenían a huevo, nunca mejor dicho), ni 'galhino', ni ninguna otra palabra coherente. Ni me imagino el cachondeo con determinado personaje que gobernó España durante 40 años. Es como si François Mitterand se hubiera llamado François Ebefante ¡Qué humillación!

Tarta de fresa (línea de juguetes infantiles). Esta es de nota... tachán... ¡'Dolcinho de Morango'! Para empezar, 'Tarta de Fresa' es un personaje femenino, siendo ella misma y su extensa variedad de accesorios de diferentes tonalidades de rosa. Es el mundo rosa por excelencia, el colmo de la cursilería del país de la piruleta. Y Dolcinho de morango es claramente masculino, ¡y por partida doble nada menos! Lo peor es que si le preguntas a un español medio qué significa, te dirá 'Dulcecito de Mango'. Y esto forma parte del lenguaje habitual que emplean algunos caballeros en sus contactos amorosos carnales.

Guitarra. Ésta palabra no aparece en las cajas de las galletas, pero es un caso que merece atención especial. Recordemos: en inglés 'guitar', en francés 'guitarre', alemán 'gitarre', portugués... (suspiro)... 'violão' ¿¿?? Me pregunto cómo se dirá, no sé, laud ¿acuchillão?, orquesta: ¿matanzão?, asesino en serie ¿bandurrião?

Jamón. Trivial... se dice 'presunto'. Sin comentarios.

Chicle. Esta es de nota: 'Pastilhas Elásticas'. En realidad así aparece en un paquete de grageas. Imagino que en un chicle normal será... mmmm... no sé... gomasinhas elásticas ¿?

Dejemos el portugués para comentar otro caso simpático.

Hay productos que están total y absolutamente globalizados, y contienen indicaciones en una cantidad de idiomas alucinante. El mejor ejemplo son los flotadores de los niños. Deben venderlos hasta en la Antártida:

Ya me imagino la escena: te montas en el típico barco laboratorio, llegas a la base científica, hay 47 grados bajo cero, y según avanzas penosamente por la nieve ves un 'todo a 100'. Alucinado, entras, y junto a los ceniceros que ponen “Estuve en la Antártida y me acordé de ti”, ves un montón de flotadores, por si te caes al agua para que te mueras congelado, no ahogado.

A lo que iba, ya sabéis lo que ponen los flotadores estos: “Atención, este artículo debe ser utilizado bajo la supervisión de un adulto, bla, bla, bla...”.

Hay un idioma donde '¡atención!' se dice, tachán: 'demesio!', ni idea de qué idioma es (premio para el que lo averigüe). Imagináos el panorama en allende a tomar por saco de lejos: “Demesio Nikolae! No te arrimestu aigua, seru dangerosu, presta demesio, jolineski !”.

Espero que en ese idioma no exista el nombre de pila 'Nemesio', es como si aquí 'Abención' lo fuera. Ejemplo de típica escena aeroportuaria:

- (voz en off) Atención, atención, se ruega a los señores pasajeros que bla, bla, bla...
- (nuestro amigo Abención, en un mostrador de Iberia) Oiga usted, creo que me han llamado...
- (señorita en mostrador) No señor, no hemos dicho 'abención' sino 'atención', no le hemos llamado a usted.
- ¡ah, perdone!
- (voz en off otra vez) Atención, los pasajeros con destino a Alpedrete...
- Oiga, creo que me llaman otra vez
- Que no, coño.

Tal vez crean ustedes que Abención, por su forma, nunca podría ser considerado un nombre de pila, pero servidor recuerda que viendo 'El Precio Justo', hace tropecientos años, salió a concursar una señorita que se llamaba 'Invención'. A la pobre le llamaban 'Inven' en casa (tendría un hermano Amstran, digo yo). Le preguntó Joaquín Prat “¿y eso de 'Inven' qué invención es esa, conoce usted a otras Inven?”, a lo que respondió muy resuelta “sí señor, claro que sí, a mi abuela”.

Pues vaya con la abuela. Menudo legado.

Neologismos

Estoy de vacaciones fuera de casa y como es lógico no tengo acceso a la red wifi del vecino que me la presta creo que sin querer. Pero claro, no es culpa mía que tenga una red desprotegida -ni que el usuario y contraseña de su router sea admin/admin, dicho sea de paso, ¡ay, Señor!


A lo que iba, que estoy “por ahí” y no me puedo conectar, y me he dado cuenta de que nuestro idioma no está preparado para describir determinadas situaciones tecnológicas de hoy en día. Me he releído el Quijote y lo he verificado, por lo que sería conveniente crear nuevas palabras. Ejemplos:

Tema: Wi-fi.

Wisierto. sust. m. Desierto wifi. Lugar donde no se detecta red wifi alguna. Ej. No he podido responder tus correos porque he estado veraneando en un wisierto.

Wicierto: sust. m. Lugar donde se detecta al menos una red wifi. Ej. Parece un pueblo de mala muerte, pero es un wicierto.

Wiureka: sust. f. Lugar donde se detecta una, o unas pocas, redes wifi desprotegidas a la que se puede conectar un equipo. Ej. Vamos a quedar en casa de Genaro, es una wiureka y desde allí podremos cometer delitos informáticos.

Wibotas: sust. f. Lugar donde se detecta multitud de redes wifi desprotegidas. Ej. Hemos vendido mi casa a unos ucranianos por un pastón porque es una wibotas.

Wijolín: sust. m. Lugar donde se detecta gran número de redes wifi, todas ellas protegidas. Ej. Nunca había visto un wijolín como el de la casa de Alberto, de nada menos que de doscientas redes.

Tema: Apple.

Igual (nueva acepción). sust. m. Persona que tiene iMac, iPod, iPhone e iBook. Ej. Pregúntaselo a Francisco, es un igual y seguro que lo sabe.

Inuevo. Sust. m. Persona que acaba de adquirir su primer artículo Apple. Ej. Como te lo digo Marijose, desde que Javier es inuevo lo encuentro mucho más interesante.

Iviejo. Sust. m. Al contrario que el anterior, persona que es propietario de productos Apple desde hace muchos años. Ej. Con lo iviejo que soy, y aún siguen sorprendiéndome los de Apple.

Ipaciente. Adj. m. Persona que ha encargado un producto Apple y está ansioso por que se lo entreguen. Ej. He encargado un Ipod nano refurbished de 1Gb y me lo entregan dentro de tres meses, estoy ipaciente.

Icrédulo. Adj. m. Persona a la que no le gustan los productos de Apple. Ej. Llámame icrédulo, pero el Zen me gusta más.

Imaginarium. Sust. m. Tienda de juguetes para niños. Ej. Voy al Imaginarium, no me esperes para comer.

lunes, 25 de agosto de 2008

El mejor partido de la historia.

Bueno, esta entrada posiblemente si la hiciera Gerardo vendría acompañada de un montón de datos, comparaciones con partidos de hace 20 años, con estadísticas comparativas entre jugadores y relaciones varias, pero como yo no soy Gerardo (Gerardo no hay mas que uno) pues no voy a aportar todo eso. Solo la visión emocionada de una persona que con sus 26 años recién cumplidos se levantó a las 8 de la mañana de un domingo de agosto para ver "el mejor partido de la historia del baloncesto" como muchos ya lo han calificado.

Lo primero es, que yo no se si es el mejor partido de la historia del baloncesto, o siquiera el mejor partido de la historia del baloncesto español, lo que si se es que fue el mejor partido de baloncesto que yo he visto en mi vida, y para mi eso ya es mucho.

Hacía 20 años que la selección de baloncesto, con los hermanos Martín, Corvalan, Romay y compañía no llegaba a una final Olímpica, desde el memorable partido de Los Ángeles contra el mismo rival que nos ha vuelto a ganar, el todopoderoso USA.

Ese fue un partido histórico porque era la primera vez que llegábamos tan lejos con una selección de baloncesto, porque las diferencias de juego eran enormes (así nos paso) y porque era la primera vez en la historia que EEUU llevaba una selección NBA, corrijo, la selección NBA fue al año siguiente con practicamente los mismos jugadores que en LA. eran universitarios (gracias Gerardo). Desde entonces y hasta el domingo 24 de agosto de 2008 en Pekín, no habíamos vuelto a saber que era una final olímpica, y como lo solventamos...

Veníamos de ganar a Lituanos y Croatas, de barrer a Angola y de haber perdido de 37 contra los mismos americanos contra los que nos jugábamos el oro...único rival que ha podido con nosotros en esta competición. Yo personalmente daba por perdido el oro desde el minuto 2, pero estos chicos...ay, estos chicos...Rudy (Portland), Raúl (ex- Utah), Navarro y Marc (Menphis), Garbajosa y Calderón (Toronto) , nuestro excepcional Pau (Los Ángeles) acompañados por un joven de 17 años que se llama Riky y va a dar mucho que hablar (se habla de posible futuro numero 1 del draft), el gran Felipe, el incombustible Jimenez, Mumbrú, Berni...estos chicos me dieron la mayor alegría deportiva que me podían dar...jugar de tú a tú a los americanos, estar a 4 puntos a falta de dos minutos, jugar como estrellas, luchar como jugadores de la calle, echarle casta, orgullo, calidad...y si no hubiera sido por el mal arbitraje...podríamos estar hablando de una prorroga o incluso una derrota, pero los americanos han tenido que jugar al 120% para ganar...y eso es lo bueno que tienen, que son capaces de eso y mas, porque yo estoy seguro de que si hubieran necesitado jugar al 150% también lo habrían conseguido. Por eso, esta plata sabe a oro, porque perder contra el mejor equipo del mundo jugando como se jugó y perdiendo como se perdió no puede dejar mal sabor de boca...

Los Juniors de oro se han hecho hombres...Aupa la selección Española de baloncesto!

lunes, 18 de agosto de 2008

Batman, ese superhéroe sin superpoderes...

Pues vaya, me lo han pisado... el dia 13 vi "El caballero oscuro" en una no tan oscura sala de cine junto a mi casa de Benidorm, y me disponía a contar lo que pienso de la peli en cuanto tuviese un rato, pero llegué a esta página y se me quitaron las ganas. Porque todas las críticas enlazadas expresan perfectamente mis sensaciones: que es la peli de Joker, ojalá haya Óscar póstumo para Heath Ledger; que, por lo demás, es levemente inferior a Batman Begins, y que no me acabó de convecer el montaje del final. Pero también creo que es la mejor peli que he visto este año.

Es que hasta me han pisado el video de Youtube que quería enlazar:


Así que me podria centrar en la experiencia de ver la peli del año la tarde misma de su estreno, en la, hoy ya lo sé, pequeña sala 4 de los cines Colci Rincón. Pero fue tan lamentable, con gente comentando a gritos lo que sucedía o lo que creía que iba a suceder, hablando por el móvil en voz alta, saliendo a mear por delante de mí tres veces en dos horas... en fin...

O bien en los superhéroes y sus superpoderes, cuáles son los favoritos de cada uno, y por qué Batman es el mío.

Pero no, porque sigo de vacaciones y no tengo ganas de hacer nada así que ni siquiera pienso acabar este art...

miércoles, 6 de agosto de 2008

Dos anécdotas...

El pasado fin de semana estuve, como tantas otras veces, en la playa de Poniente de Benidorm, mi lugar favorito para realizar la fotosíntesis.

En esta ocasión sucedieron un par de hechos curiosos que no puedo dejar de comentar:

La mañana del sábado, una joven de muy buen ver, con un bonito bikini Burberry's, se apostó junto con un joven y un bebé al lado de nuestras hamacas. En determinado momento, la joven se refrescó en el mar y salió de nuevo hacia la orilla, endonde había colocado sus cosas. De pronto, saca de una bolsa de tela, bastante aparatosa, una botella de agua mineral (tendrá sed...) y... se desabrocha el bikini, dejando ver su pecho derecho, comienza a lavarlo suave y lentamente con el agua mineral que, según deduzco por la reacción de su pezón, debía estar bastante fría y se pone a dar de mamar a su bebé delante de todo el mundo!!!

Esa misma tarde, un grupo de 5 ó 6 jóvenes féminas, casi adolescentes, situadas a pocos metros de nuestras mismas hamacas, comienzan a discutir:

- Oye, aquí no nos conoce nadie. ¿Hacemos topless? - sugiere la más esbelta
- Hala tíaaaaaa... - dice la más pechugona.
- Pues yo sí que me animo!! - dice otra mientras se quita el sujetador.
- Pues yo no voy a ser menos... - responde la primera.
- Jo tía, qué pezones más grandes tienes!!!
- Pues anda que los tuyos, parecen berrugas...

Y así, todas ellas acaban en topless discutiendo sobre la perfección estética de los pechos ajenos...

Os lo aseguro, llevo más de 30 años veraneando en esa playa y nunca había visto cosa semejante... miedo me da el pensar de qué hablaréis las chicas en el baño cuando os quedáis solas...

lunes, 4 de agosto de 2008

La Expo... (y III): Las fotos

Vayan unas fotos de recuerdo. Porque pocos recuerdos más me llevo de la Expo que estas imágenes, que podían ser de una maqueta, de artificiales que parecen...

Unas graciosas:



El viernes, qué buen día hizo...



El sábado, con más gente y calor...


sábado, 2 de agosto de 2008

La Expo... (II)

Vale... es cierto, he dejado pasar demasiado tiempo para escribir esta segunda parte, pero al menos hice volar la imaginación de Gorilo a un universo paralelo mucho más satisfactorio que el real. Para hacerlo más interesante, volveré a transfigurar el texto al formato Tarantino, al menos os entretendréis poniendo mentalmente las cosas en orden, porque fueron bastante aburridas (excelente compañía aparte) y aún me queda bastante que contar... al menos espero que el tiempo me haya hecho olvidar los detalles irrelevantes.

Sí, el sábado visitamos el pabellón de Alemania. Eran algo más de las 10 de la mañana. Nos habíamos presentado en el recinto de la Expo antes de las 8:30 (pero ¿existe esa hora los sábados?), previendo la afluencia masiva de un fin de semana de julio con un tiempo espléndido. La cola del torno 3, una vez más, fue la más lenta y perdimos algunas posiciones en la entrada, al estilo del R-28 de Fernando Alonso en las salidas... toca correr.

La comida no es demasiado cara ni demasiado mala. Es, simplemente, rápida. A pesar de la muchedumbre, no es imposible comer en media hora ni entrar sin esperar al baño si hay necesidad de ello. El kebab que comimos el viernes no estuvo nada mal, pero hoy nos hemos conformado con un triste bocata de tranchettes y una Coca-Cola de grifo en el vaso-de-plástico-Fluvi (1 euraco más por el recuerdo)... espero que nos venguemos en la cena, en La Republicana, que esas migas, esos huevos rotos con jamón -que no pedimos, pero me comí con los ojos camino de otra mesa- y la zarzuela de pinchos variados del jueves fueron para recordar...

Hemos descansado de la agotadora mañana del sábado tumbados en el césped artificial del pabellón de Turquía. La azafata hace la ronda cual guardián de Prison Break, indicando a los visitantes que el césped es para acomodarse a ver el vídeo, y no para echarse la siesta (ésos chavales que roncaban, boca abajo, llamaban demasiado la atención en todo el medio del pabellón). Buscando Mesopotamia entre el Tigris y el Éufrates del mapa de la pared, escuchamos la coronación de Sastre en la última contrarreloj del Tour. Se lo ha currado. Pero va a ser mejor cambiar de sitio para descansar, volvamos a la zona Latina, quizá haya alguna actuación con poco público.

El espectáculo del iceberg ha sido un asco. Cerca de una hora para ver la representación de un manifiesto anti-humanidad, con lo fácil que hubiera sido explicar lo mismo en un videoclip de 2 minutos... y a una pequeña fracción de su coste. Además, en los prolegómenos me entero de que quizá tenga que renunciar a mi próximo finde de escapada en Benidorm. Estoy que exploto. Como el ojo de la cabeza robótica en la performance del iceberg. Qué horror. A ver si nos tomamos algo para cenar, y nos vamos la residencia, que mañana sábado el día será agotador.

Acabamos de superar "la primera curva" desde el semaforazo. Almudena y Miguel corren a la cola de Alemania. Entretanto, yo cojo sitio para intentar acceder al pase rápido del pabellón Agua Extrema, dicen que recrea con fidelidad un tsunami y es de lo poco que sobresale del resto de la Expo. A pesar de las carreras, apenas consigo plaza para las 18:30. Al menos no pasaremos el resto del día corriendo a por más pases rápidos, sólo se permite uno por visitante hasta haberlo consumido. Si Miguel no nos empuja a visitar todos los pabellones posibles y, a pesar de la afluencia masiva, podemos esperar un día razonablemente tranquilo...

Miguelito llega corriendo al pabellón de Agua Extrema. Nos hacen entrar a un recinto con pantallas LCD (como todos los de la Expo, vaya) y nos cuentan cuatro milongas mientras hacen tiempo para echar a los del pase anterior de la sala tsunami. Nos sueltan un rollo castrista y antiamericano y nos previenen del peligro de la atracción. Agua de borrajas. El pretendido tsunami es una peli de 6 minutos, proyectada en una sala con unas 50 butacas que se agitan levemente, y que escupen agua pulverizada a la cara del espectador, bajo unos ventiladores más o menos potentes, que sólo consiguen volarte la capucha del impermeable de plástico que te dan en la puerta. Qué decepción más grande. Quizá si proyectasen Twister sería otra cosa, pero ese documental absurdo... en fin...

El funicular, telecabina, teleférico u OVI, ese maravilloso invento. Qué mal provecho se hace de él en esta Expo. Apenas 500 metros por los aires, te deja cerca de la estación de Delicias, pero lejos del Pilar. Y tampoco sube mucho más de 20 ó 30 metros del suelo. Nada excitante, porque además te hacen compartirlo con extraños hasta sumar 6 ó 7 viajeros. Al menos nos ha alejado del horrible concierto que tenía lugar en el recinto destinado a ellos, junto al Ebro. Además, la cerveza alemana de barril que nos acabamos de pimplar en la puerta de su pabellón de origen entró como el agua, y me ha hecho olvidar mi habitual vértigo y soltar la lengua que es un primor, hasta el punto de que la pareja que compartía con nosotros la cabina decide darse otra vuelta hacia adentro de la Expo, a ver si esta vez "sienten algo más".

Nos alojamos en una recién construída residencia que creíamos de estudiantes, pero resulta ser de ancianos. La abren a su público después de la Expo, pero ya está totalmente equipada. Enorme experiencia la de la accesibilidad total para un vagazo como yo. Las camas, forradas en plástico antimeadas, son cómodas a más no poder. Qué bien voy a descansar, pienso, aunque mientras duermo descubro que Miguel sabe imitar muy bien el sonido de un T-Rex hambriento cuando se suena los mocos en el baño.

Echamos la mañana del sábado visitando millones de pabellones insustanciales, sólo en Austria nos entretenemos con un tirolés cantarín y dos bailarines de vals (¿"valseros"?) que sacan a bailar a sendos espectadores (qué guapas están las jóvenes disfrazadas de folklóricas de allá). Y en Marruecos, con una enorme referencia visual a Al-Andalus, casi parece que se apropian del terreno delante de todo el mundo. Especial referencia a la sosería para Eslovaquia. Cuatro -preciosas- fotos mal puestas se iluminaban al son de la música (todas menos una, que no lucía). "Que esto no es un Powerpoint recibido sin querer, leches, que la gente viene de lejos a ver algo de tu país!!!" deberían decirle al que lo ideó. Eso por no decir que lo ejecuten al alba.

Son casi las seis de la tarde del sábado, y nos disponemos a salir hacia el pabellón de Agua Extrema. Hemos dejado a Miguelito de expedición internacional mientras descansamos en la inclinada grada de madera de América Latina. Pero, vaya, justo ahora empieza una actuación y no se puede uno escapar sin ser pasto de las bromas del redicho artista, lo comprobamos en carnes ajenas, y luego en las de Almudena. Salimos casi corriendo a las 18.25, cuando aún resuena por allí el último chiste en forma de canción. Qué malos eran...

El pabellón de Alemania es como una atracción de feria. Entramos y nos acomodan en una balsa con dos asientos, recostados convenientemente para mirar al techo durante un corto recorrido, de unos 3 minutos, por un lago del terror acuático. Sinceramente, no recuerdo NADA de lo que allí vi, sólo lo de descansar en la balsa. Y que al final del recorrido, nos dejaban beber cuanta agua recliclada quisiéramos de una fuente allí instalada. ¿Y por esto se pegaba ayer la gente 2 horas de cola? Estoy por contárselo a los que esperan hoy... pero no, se lo merecen, por ponerse a la cola.

Si después de leer todo esto os habéis enterado de lo que es la Expo pero aún pensáis en ir a verla, revisad esta página. Pero no digáis que no os avisé. Y por cierto, la cena del sábado, lo mejor del día.

El pabellón de Alemania de Expo Zaragoza

Píter nos prometió una entrada sobre el decepcionante pabellón de Alemania de la Expo de Zaragoza, y harto de esperarlo he decidido escribirlo yo mismo. No he estado allí, pero qué mas da, es una expo, un pabellón y Alemania, imposible la sorpresa.

Lo primero que llama la atención al visitante es que la entrada no es el típico tícket de papel, sino una salchicha Bratwurst recién hecha con un número marcado a fuego. La razón de hacer las entradas así es para evitar falsificaciones. Evidentemente está muy caliente por lo que tienes que pasarte la salchicha de mano a mano con la mayor rapidez que puedas para no quemarte.

Hay dos colas, una para comprar la salchicha-ticket y otra para entrar. Los que están en la primera cola se distinguen por sus manos limpias y despreocupadas. Los de la segunda cola tienen todos la salchicha en las manos. Los del principio de la cola tienen la salchicha ya fría, así que la sostienen con única mano. Algo más atrás, las salchichas aún tibias suscitan la curiosidad de sus poseedores, que reparan en el número impreso, la huelen, le hacen fotos, y algún hambriento se la ha comido, ¡qué calamidad!

Los del final de la cola son los más desgraciados, porque ya no quedaban números y lo único que han obtenido es una Bratwurst sin número, bastante caliente todavía y tienen que hacer malabares para evitar quemarse. Avanzan en la cola ignorando el triste final que les espera:

- Lo siento mein herr, no puede entrar con esa salchicha sin número

- ¡Pero llevo 4 horas haciendo cola!


- Lo siento ¡el siguiente!... Pero cómo... ¡otra salchicha sin número!

Bueno, hemos tenido suerte, nuestra salchicha tenía número y nosotros aún no demasiada hambre.

Entramos y lo primero que vemos es una representación de productos típicamente alemanes: un BMW, una furgoneta Mercedes tuneada con motivos inspirados en Camarón y una bolsa del Lidl llena de chocolates.

Avanzamos y llegas a una sala de ordenadores donde puedes acceder a los sitios web alemanes más populares: Megaupload y Rapidshare. Recargas el iPod y sigues.

Llegas a un bar típicamente alemán donde por 20€ puedes comprar un pan o un plato de plástico con un cubierto, tú eliges. Así puedes comerte la entrada. Como muestra de eficiencia dispones de microondas donde puedes recalentarla.

A continuación llegas a una sala donde puedes ver ejemplos únicos de tecnología aeroespacial, hay una reproducción ultra fiable y enorme de la flora y fauna de la Selva Negra y otras maravillas, pero justo han abierto el pabellón de la sidra y te tienes que ir.