martes, 9 de febrero de 2010

Asilo 2050

Por causas que no vienen al caso, llegué el otro día a la página web de una residencia de ancianos, o de mayores, como se dice ahora. Como tenía una pinta moderna, me entretuve en mirar las fotos del centro, esperando encontrar algo que chocara con mi idea de lo que es una residencia hoy en día. Nada de eso, las fotografías mostraban los mismos sitios pero con distintos escenarios: las sencillas habitaciones dobles; la sala de juegos, con su dominó, y la sala de dejar pasar el tiempo, con sus sillones individuales esparcidos por la estancia, y su televisor, claro.

Entonces pensé cómo serían, o cómo deberían ser los asilos - dejémonos de eufemismos - de la época en que mis hijos decidan quitarme de en medio.

Siendo la privacidad un logro moderno casi irrenunciable, no me veo compartiendo habitación con nadie, mucho menos con un desconocido. Así que la habitación, si es posible, individual. Me da igual que sea más pequeña, a eso sí estamos acostumbrados afortunadamente.

La sala de juegos y la sala de dejar pasar el tiempo se refundirían en una. Idealmente, consistiría en un conjunto de sillones con una pantalla y acceso a tres aplicaciones básicas:

  1. Internet
  2. Vintage Internet
  3. Videojuegos

Llamemos Internet al equivalente de 2050 del Internet actual, que se manejará con los dedos, o los ojos o con las ondas cerebrales.

El Vintage Internet sería una recreación del Internet de alrededor de 2010. Con su ratón y teclado - naturalmente con teclas extragrandes - para acceder a las páginas y contenidos que hoy podemos ver. Esto daría lugar a un sin fin de comentarios con los colegas que entretendrían los largos e incontables días.

- Mira Josema, los teléfonos que teníamos entonces ¿te acuerdas del iPhone?
- ¡Digo! y anda que no estaba chulo
- Ya ves tú, mi tarjeta del médico tiene más memoria, y el iPhone entonces nos parecía la caña
- Y del iPad, ¿te acuerdas?
- ¿iPad? mmmmm... no
- Yo tampoco, es que sale en esta página

Por último, la estrella del salón, los videojuegos. Organizados por épocas y estilos, desde los primitivos juegos de Atari, los clásicos de los ordenadores domésticos, clásicos del PC (vale, y de Amiga), de la PS2, PS3 y PS4 (que reemplazó en 2011 a la PS3 tras descubrirse que explotaban de forma violenta tras 3.000 horas de uso)

Sería genial si pusieran algunas máquinas arcade, un comecocos, el Ghost'n'Gublins, Tetris, OutRun... y un puesto de venta de cuñas de chocolate para darle el adecuado sabor a las partidas.

Y así pasaríamos nuestros últimos días, entretenidos y despreocupados con los videojuegos, y jugando cada año peor, claro. Creo que hasta lo estoy deseando...

martes, 2 de febrero de 2010

Magia...

Pensamiento friki después del microcorte para beber agua a las 5 de la tarde (que ya no me da la vida ni para un café, oiga...), prometí a Leri que lo colgaba hoy en el blog:

Si se me concediera la posibilidad de hacer algo mágico, sólo una vez, ¿qué haría?

Por mágico entiendo algo que en circunstancias normales uno no puede hacer. El equivalente a las "magias" en los juegos de rol, ese botón de "rizo" (loop) en la maquinita 1942 que te permitía escapar de los tiros enemigos, un superpoder súbito, pero repito, que sólo se puede usar una vez, uno de los tres deseos del genio de Aladino.

Como este reto es demasiado abierto, vamos a poner algunas reglas:
  • no vale resucitar muertos,
  • no vale volver al pasado,
  • no vale convertirse en otra persona,
  • debe ser algo inútil y egoísta,
  • debe ser algo que tenga un principio y un final. Es decir, no vale "ser inmortal", "ser rico", "ser guapo". En su lugar, valdría "sobrevivir a un accidente de avión", "conocer con antelación el número o la combinación ganadora de un sorteo" o "que la persona a la que quiero conseguir me vea guapo temporalmente hasta haberla engañado".
Vale, esta entrada se parece demasiado a la de "¿Qué harías si tuvieras dinero infinito?", salvo por el detalle de que se puede contestar con cosas que no tienen precio. O a la de "¿Qué harías si supieras que no vas a fracasar?", salvo porque puedes escoger hacer cosas imposibles.

Mi momento mágico: tener el talento futbolístico de Zidane para jugar una pachanga futbolística con mis amigos.

Ale, vuestro turno en los comentarios.