viernes, 4 de septiembre de 2009

C'est fini...

Este verano, Dios sabe
que he superado mi reto
con muchísimo respeto
al estilo de mi padre.

Me puse a escribir poesía
solamente para mí
pero de pronto lo vi:
si mis versos compartía
un poquito cada día
me sentía más feliz.

Mis platónicos amores
recibieron alimento,
mi limitado talento
no paró de echarles flores.

Hice rimas graciosillas
de eventos muy especiales,
también relaté mis males
en forma de pesadillas.

Y me sentí ilusionado
de compartir mis miserias,
escribiendo cosas serias
en este sitio apartado.

Pero veo que aquí sobran,
que ya no vais ni a leerlos,
"Eso es que no quieres verlo",
"Yo no critico las obras".

Echaréis balones fuera
pero nunca un comentario,
vuestro sentir es palmario
"Deja los poemas, Gerar".

Doy aquí por terminada
esta incursión pasajera
en poesia lisonjera
y me vuelvo a las tontadas.

Dedicado a mi hermanos sanguíneos o no, porque seguirán recibiendo mis versos por otros medios...