martes, 30 de noviembre de 2010

Lo que sea...

Que se ponga a nevar
Que los transportes públicos hagan otra huelga salvaje
Que dimita ZP
Que Belén Esteban se haga lesbiana
Que baje el paro
Que la infanta Elena se case con el príncipe Alberto de Mónaco
Que Gallardón remodele la M40
Que Gasol se haga astronauta
Que haya un homicidio en Gran Hermano
Que Chávez ordene la invasión de EE.UU.
Que Fernando Alonso gane el Premio Nobel de Literatura
Que descubran la cura del cáncer
Que Sara Carbonero pose en pelota picada en Playboy
Que legalicen la pena de muerte
Que el Papa vaya a Marruecos...

Que pase lo que sea... pero que dejen de hablar ya del puñetero partido de ayer!!!!


sábado, 6 de noviembre de 2010

Fútbol 2.0

Esta semana han concurrido algunos eventos y noticias que, meses después de mi último post, han despertado en mí la necesidad de escribir de nuevo en este, nuestro blog.

Para empezar, el pasado miércoles, el Milán consiguió un gol en flagrante fuera de juego que casi le dio la victoria ante el Real Madrid. Fuera de juego que pudo ver con claridad cualquiera que tuviera acceso a una televisión. Del mismo modo, Agüero logró un tanto en el campo del Rosenborg que le dio el triunfo en aquellas tierras al Atlético de Madrid. Para mayor escarnio, en el descanso de ambos partidos se mostraba un anuncio de la UEFA en el que se anuncia la novedad de los árbitros de gol: 5 árbitros ven más que 1...
bueno, no siempre...

Pero no, este post no trata de calentar el ambiente de cara al derbi de mañana, no. La tercera noticia es la que me lanzó hoy al teclado: La RAE se moderniza y cambia alguna que otra regla ortográfica de las de toda la vida. Más allá de si estamos o no de acuerdo con esas nuevas normas, (algunas de ellas me parecen lamentables e indignantes) lo realmente interesante de la noticia es su capacidad de cambiarlas y que todo el mundo las tenga que asumir. Algo que en el fútbol, por más que se intente, se demuestra imposible, gracias a una vetusta organización que se apoya en un órgano regulador absurdo como es la International Board.

Y digo yo... ¿y si...?
  1. Se suprimen los ayudantes a los tres árbitros de campo de toda la vida. Ni cuarto árbitro, jueces de gol ni leche ni ná. Sólo uno, que servirá como interlocutor con los jugadores, llegado el caso, y señalará las infracciones al reglamento. Sus asistentes, banderola en mano, como toda la vida, le indicarán los saques de banda y fueras de juego.
  2. Se incluye un juez de televisión. Podría ser un árbitro cualquiera, viendo la tele en su casa o en el mismo estadio, en zona reservada y sin presión de los aficionados locales. En él se apoyará el juez principal en caso de duda o protesta.
  3. Capacidad del capitán de un equipo para protestar formalmente. De modo semejante a los tenistas, con su "ojo de halcón", cada equipo tendrá 3 oportunidades para protestar una decisión que consideren errónea. El árbitro de televisión decidirá si el de campo estuvo o no equivocado, a la vista de las imágenes de televisión, que serán transmitidas al mismo tiempo por los videomarcadores del estadio. La decisión se anunciará por la megafonía del estadio, para que todo el público se entere de la misma. Si la protesta no consigue el cambio en la decisión inicial del árbitro de campo, se descontará uno del casillero de protestas del equipo. En caso contrario, mantendrá ese valor.
  4. Una vez completadas las 3 protestas preceptivas, el equipo que así lo haya hecho podrá seguir protestando pero, si se demostrase injusta la protesta, se le sancionará con un penalty en contra.
  5. Sólo el capitán de cada equipo podrá dirigirse al árbitro para protestar. Cualquier otro jugador que lo intente será automáticamente expulsado.
  6. El partido se jugará a reloj parado, como todos los deportes del mundo (por Dios!!!! Cómo no se ha hecho esto hace años!!!), es decir, se detendrá cada vez que el balón no esté en juego. La gestión reloj será responsabilidad del juez de televisión y se podrá seguir por los videomarcadores. Así, se eliminarán los descuentos, las pérdidas de tiempo por lesiones fingidas, etc...
Seis reglas, cero inversión. Se acabaría la polémica. Se acabaría la sensación de robo. Se acabaría con la "picardía" de la simulación. Juego más justo, resultado más justo.

¿Qué os parece? Hala, hala, comentad...

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Del pizarrín al iPad

Hace años me daba por pensar en el enorme salto entre la generación de mis padres y la mía, cuando analizaba las diferencias generales en la  forma de vivir: educación, vivienda, trabajo, ocio, etc. y sin necesidad de entrar en detalles tecnológicos. Se da la circunstancia, no muy especial, de que mis padres provienen de un entorno rural, así que las diferencias que percibía entre su infancia y juventud se me antojaban enormes, y preveía que mis hijos, cuando los tuvieran, tendrían una vida mucho más parecida a la mía.

La casa de mis abuelos paternos, en sus inicios, tenía suelo de tierra, granero, carecía de cuarto de baño y en el patio había un pequeño establo donde se alojaba el medio de transporte de mi abuelo: un burro. El caso de mis abuelos maternos es bastante diferente, así que lo obviaré porque no me sirve para ilustrar el salto cuántico de generaciones.

Mi padre vivió la llegada de la electricidad, iba al colegio con un pizarrín (un artilugio hecho de auténtica pizarra, que dirían los del Vip's, con una capacidad de unos 20 bytes tirando por lo alto). Por supuesto no había juguetes apenas, pocas calles estaban pavimentadas, por no decir ninguna, y en todo el pueblo había dos o tres coches, uno de ellos el de mi abuelo materno.

Así que yo me imaginaba que mis hijos jugarían con juguetes similares a los míos, que irían al colegio y tendrían clases organizadas por edades, que verían coches por las calles igual que yo, que verían dibujos en la tele y... espera, no tan rápido.

Mi generación ha visto la llegada de los ordenadores al hogar, el nacimiento de Internet, que casi se podría equiparar a la llegada de la electricidad en su momento. Recuerdo que un amigo me relataba cómo vivieron la llegada de la electricidad en casa de sus padres "la luz era muy tenue, y aquéllo era como un milagro". Algo así tendré que explicar yo dentro de unos años, de cuando trataba de conectarme con mi módem de 56k, haciendo una llamada de teléfono, el milagro de chatear en tiempo real con alguien de Australia y el alucine del correo electrónico. (Yo estaba un poco obsesionado con tener una cuenta de correo cuanto antes, porque veía que las direcciones de Compuserve eran un amalgama de números y letras y que acabaría por tener 23947sw@compuserve.com).

En realidad, y quitando la tecnología, poco ha cambiado entre mi generación y la siguiente. Podríamos añadir unas pinceladas de nociones de seguridad e higiene, por las que confinamos a los niños a jugar en espacios controlados, y bajo supervisión de un adulto, que lo que ven en la tele también son juguetes (la de Mazinger Z de juguete que se podrían haber vendido, Santo Dios) y poco más.

Los de mi generación, y se ha escrito mucho sobre ésto, hemos vivido no sólo la llegada de Internet, también del móvil, de la leche pasteurizada, el bollicao, los cereales del desayuno, el super-glue, los hipermercados, vivir a las afueras de las ciudades, la inmigración, las autovías... es decir, que en algún momento de nuestras vidas, todo eso no existía. El primer ecuatoriano que conocí era, y es, ingeniero electrónico.

¿Y qué pasa con la tecnología? ¿No es suficiente cambio? Pues sí que lo es. Lo de la leche pasteurizada parece una tontería, pero yo he ido a comprar leche a una vaquería, y me la han dado recién ordeñada así que había que hervirla. Y cuando la vendían en el supermercado, tenías que ir pronto porque si no se agotaba, porque claro, era leche del día. También he visto con mis propios ojos, de muy niño, eso sí, cómo algunas mujeres del pueblo de mis padres lavaban en el lavadero público, lo que me parece una cosa casi del siglo XIX.

Puede, o puede que no, que la tecnología lo cambie todo. Desde luego, mi hijo de 6 años hace deberes como yo hacía, (su profesora lleva 20 años en el tema y creo que ha hecho pocas innovaciones, ni falta que hace). Eso sí, adornamos los deberes con imágenes relacionadas que saco de Google Images. Es el niño quien hace el copy & paste... bueno, también el que enchufa el router, enciende el PC, abre Chrome, escribe los términos de búsqueda y selecciona la opción "Imágenes". Una tontería, claro, pero yo los deberes los hacía a mano 100%, y fue ya tarde cuando introduje la máquina de escribir.

En realidad esta entrada era más una pregunta abierta ¿la tecnología lo ha cambiado todo y tanto?