martes, 10 de mayo de 2011

Soy de una secta

Eres inferior a mí, lo sé. Porque no perteneces a mi secta.

En mi secta, todos estamos más sanos que tú.
En mi secta, todos nos sentimos mejor que tú.
En mi secta, nos reunimos en nuestros locales, dejando la mitad de un sueldo mínimo mensual, a realizar nuestro culto, todos los días, varias horas al día.
En mi secta, pagamos a un líder que nos instruya y haga seguimiento de nuestra evolución.
En mi secta, damos lo mejor de nuestra vida, de nuestra juventud, de nuestro esfuerzo por nuestro culto.
En mi secta, conocemos gente con el mismo culto y nos cruzamos con ellos para conseguir más adeptos.
En mi secta, el consumo de sustancias complementarias a las comidas está permitido y es, incluso, recomendable para nuestro culto.
Hemos conseguido que el pensamiento de mi secta sea considerado el pensamiento normal gracias al apoyo de los medios y de los ídolos de la juventud. Cualquier otro culto es absurdo y debe ser eliminado.
Tus enfermedades se deben a que no estás en mi secta: te las mereces.
Tus problemas son consecuencia de que no perteneces a mi secta: te los mereces.

Porque yo estoy apuntado en un gimnasio y tú no, piltrafilla...
Porque yo hago una dieta sana y tú no, piltrafilla...

Fdo. El que se sienta insultado

3 comentarios:

  1. jooo, vengaaaa, déjame una barraaaa...¿una pesita de 2 kg?... vengaaa...

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  2. En mi iSecta, todos somos más modernos que tú.
    En mi iSecta, todos nos sentimos mejor que tú.
    En mi iSecta, nos reunimos cada uno con nosotros mismos a admirar nuestros cacharros.
    En mi iSecta, pagamos a un líder (Steve Jobs) para que nos venda sus últimas creaciones a precio de oro, y nos dejamos la mitad de nuestro sueldo.
    Si tu ordenador pesa demasiado o tarda mucho en arrancar, es porque no perteneces a nuestra iSecta.

    (Desde el cariño, ojo)

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