jueves, 10 de febrero de 2011

Pues yo también quiero una moza medieval

Después de ver la moza que se ha agenciado Píter, he resuelto que yo quiero otra. Sí, es envidia ¿pasa algo? Tengo una máquina del tiempo, soy en consecuencia rico, y tengo por costumbre concederme los caprichos que se me antojan. Naturalmente, y dada mi posición, podría permitirme cualquier buenorra actual sin escrúpulos que quisiera. Al parecer, según se puede ver en Telecinco, hay mucho donde elegir.

Pero la quiero medieval, las de ahora no me valen. Verán, soy un hombre casado y una chica actual sería un problema. Aparte de ponerle el piso tendría que pasar tiempo con ella, podría llamarme, enviarme mensajes, y exhibirse borracha en cualquier sarao contando cosas que no debe.

Una chica medieval, en cambio, debe ser de otra forma. Una mujer de su casa, que espere meses y meses (me voy a la guerra, cariño, volveré Dios sabe cuándo), y me que trate como a un rey, porque ya me preocuparé yo de decirle que soy rey de algo, o conde, qué más da.

No se hable más, voy a coger mi súper todoterreno con condensador de fluzo (paso del DeLorean roñoso) y me piro al siglo XIV.

A ver, las cosas no son tan fáciles, señores. Estamos hablando de hace un ... ejem... porrón de años. Las personas en esa época no se parecen en nada a las de ahora. Aparte de que no saben qué es un móvil, hay otras diferencias importantes.

Esta gente no ha visto un médico en su vida. Han pasado enfermedades, desnutrición y la palabra higiene, en su sentido más amplio, carece de todo sentido. La estatura media es de 1,50 para las mujeres así que encontrar una Gwyneth Paltrow, aunque sea andrajosa, es bastante difícil. Pero tengo un todoterreno y un montón de tiempo.

Con el Range Rover da gusto ir por esos caminos asquerosos. En el maletero llevo un montón de latas de conserva: mejillones, atún, espárragos... 400 kg., suficientes para cambiarlos por la moza que me dé la gana. También llevo un arma secreta: un traje ultrabrillante que me dará el necesario empaque para hacerme pasar por el Rey de un país estraño. El traje es en realidad un chándal de los años 80. Para que nos entendamos, el típico chándal de yonqui, de una combinación de colores blancos, verdes y morados para ser exacto.

Después de visitar aldeas durante una semana he encontrado a la moza perfecta. Tiene de todo, no le falta de nada y bajo los estándares del siglo XXI es más que potable. De entre las latas saco una bolsa de aseo extragigante y le explico unas cuantas cosas. Vive al lado de un río (condición sine quanon), que dejó hecho una porquería cuando terminamos el procedimiento de limpieza. Se puso la ropa que le llevé, incluso la interior a pesar de sus recelos. Sí, se sentía incómoda con todo eso tan pegado a su cuerpo. Cuando se acostumbró a la ropa le expliqué que mañana debía ponerse otra. El mundo al revés, pensó ella.

Pues nada hija, sube al coche que lo vas a flipar. Le di una vuelta por el pueblo para que presumiera y acto seguido nos fuimos a hoy mismo. Por supuesto que no le enseñé a usar el teléfono. Imagínate que la joía llama a mi casa, donde está mi mujer... ni hablar. Ninguna falta le hace el teléfono.

Lo primero, obviamente, fue llevarla a una esteticien que le quitara todos los pelos que le sobraban, que eran muchos y estaban por todas partes. Después a la pelu y acto seguido al Corte Inglés. Como su ideal de belleza lo representaba mi chándal de yonqui, decidí que yo elegiría la ropa.

Y sin solución de continuidad, nos fuimos a dar una vuelta por ahí, por el centro, con la marabunta. Que espabile rápido, pensé.

Casi se muere, claro.

Decidí que la muchacha daba bastante trabajo y que ponerla al día de las cosas que son aceptables y no, como hacer sus necesidades en la vía pública, iba a llevarme más tiempo del que había planeado. Yo quería una buenorra para presumir y eso, no para que me diera preocupaciones. Resolvimos que la llevaría a su casa, a su tiempo, pero quiere llevarse una cosa de esas que canta (creo que se refiere al Ipod), ropa, zapatos y comida.

- ¿Quieres también una lavadora? Puedo ponerte un generador y un depósito gigante de gasolina para que tengas electrici... para que funcione.
- No, no hace falta, mi señor.
- ¿Y luz eléc... mágica, para que pueda iluminarte por la noche? Con 4 o 5 placas solares vas que chutas.
- ¡Oh, sí! Para admirar mis zapatos por la noche.
- Ainsss

1 comentario:

  1. Pues vaya con la moza... creo que sería mejor que en lugar de una del pasado te trajeras a una buenorra del futuro con ganas de experimentar la historia, quien sabe, a lo mejor te puede enseñar trucos nuevos...

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